miércoles, marzo 23, 2005

Pratchett

Hoy me ha dado por hablar de Terry Pratchett, bueno, no de él, porque de su vida nada sé, de lo que quiero hablar es de sus libros. La verdad es que adoro sus novelas, de hecho, mi "nombre de guerra" "Mortwind", aunque pueda parecer que signifique viento mortal o algo por el estilo (viento de muerte, el viento ha muerto, QUE VIVA EL VIENTO!), en realidad se me ocurrió como mezcla entre los nombres de dos de los personajes de sus novelas. La verdad, es que sería una herejía por mi parte tratar de criticar (para bien o para mal) cualquier relato de cualquier autor, solo puedo hablar de si cierta manera de escribir me gusta o no (para decirle a la gente si se va a sentir realizada después de leer un libro ya están los críticos de literatura). Y os puedo decir que las novelas de Terry Pratchett me encantan, los personajes son impredecibles, están llenas de diálogos ilógicos, descripciones imposibles y situaciones sorprendentes. Mientras lees una novela de Pratchett piensas cada dos por tres: ¡Dios mío, que alguien me diga qué se ha fumado ese hombre para ver si me consigo un poco! El personaje más entrañable para mí es Rincewind, un mago cobardica e inepto, escapista especializado y heroe por accidente. Al principio uno le ve acomo a un ser ruín y despreciable, capaz de hacer cualquier cosa por salvar su miserable pellejo; pero conforme vas leyendo todas sus desventuras te vas encariñando con él, ¿cómo va a comportarse valientemente si el que no intenta robarle quiere matarle, o en su defecto darle tal paliza que no le quede un hueso sano? Cualquier otro al que le pase todo lo que le ocurre a Rincewind terminaría por descubrirque la mejor forma de enfrentarse a ciertos retos es desde el continente de al lado; pero claro, eso sería un poco demasiado tarde y el pobre individuo estaría en muchos sitios a la vez (si se puede considerar "estar en un sitio" a que una parte de tu anatomía se encuentre en ese lugar).
Seguiría escribiendo indefinidamente sobre este tema, pero el sueño me vence y supongo que lo mejor es que el que tenga curiosidad trate de hacerse con algún libro del señor pratchett, que por cierto, eso sí que lo sé, es inglés (que se le va a hacer, nadie es perfecto). Hasta la próxima.

martes, marzo 22, 2005

Un día más

Todos los días llego aquí poco antes de acostarme, me siento delante de la pantalla y entro en mi cuenta del blog. Y como ahora, descubro que no tengo nada que decir. ¿Ves? diez minutos desde que he escrito lo anterior, y me los he pasado con los dedos sobre el teclado y la mente totalmente en blanco. Voy a probar la escritura automática: Alonso ha ganado en Malasia, ¡Y con la camel back rota! pues yo tengo una botella de agua en el escritorio, lleva tanto que le han salido burbujas, por cierto, me encanta la cocacola, no sé que le echarán que la hace tan adictiva, los fumadores lo tienen cada vez más chungo, en japón han creado salas para fumadores porque no se puede fumar ni en la calle, hoy ha chispeado de una forma muy rara, eran gotitas muy pequeñitas, la lluvia nos da mucha rabia a los que llevamos gafas, odio hacerme fotos con ellas puestas porque siempre salen brillos y no se me ven los ojos bien y son de las pocas cosas que me gustan de mi físico, dicen que tengo la mirada triste y es porque lo estoy, tengo una mala racha en temas del corazón, por llamarlo racha, porque va para récord, ¡Anda! tengo que cortarme el pelo o me llamarán la atención al volver al trabajo, el jueves me voy para zaragoza, tengo que pasar a dejar al gato en Teruel, me encanta el jamón de Teruel, para ser un sitio que no existe los jamones están de vicio, el otro día echamos un risk en la cocina, se me da de pena cocinar, aunque tampoco he puesto demasiado empeño en aprender nunca, hoy es lunes y hemos alquilado una película . . .